Romantico y Perruno

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¿Cuál ha sido el momento más romántico de tu vida?

Las Ramblas BCN. 2003.

Es una pregunta difícil por no decir imposible, su difucultad radica que el romanticismo de un momento no caduca y por otro lado el amor en su estado puro de pasion no de un simple cariño, ese amor si puede caducar. Creo que cada amor tiene su momento mas romántico o aquel que nosotros recordamos de una manera mas sensible e inolvidable. El amor nos hace sentir que solo lo ultimo es lo mas profundo y cierto lo sera en la mayoria de los casos. Simplemente hay que saber que la vida es la búsqueda de la felicidad y que el amor forma parte de esa búsqueda, seria una derrota vital sentir que nuestro gran amor fue el primero y no el ultimo. Eso demostraria que algo hemos hecho mal para dejarlo escapar. Yo solo puedo decir que las palabras no son solo palabras, que estan llenas de peso y significado.

Gata. Jaen, 2005.

La primera vez que a una chica le dije que la queria me pase como una hora tartamudeando, aturdido, temblando, incapaz. No me salian las palabras y me temblaban las piernas. Ella era una bella niña despistada, pobre y alucinada yo era un chaval mas despistado, igual de pobre y tambien muy alucinado. Fue en una preciosa tarde de primavera, de esas primaveras que en su dia aya por la epoca en que los tartesos esculpieran joyas inspiradas y se escondieran como tesoros, convertirian a Sevilla en el centro de mil cuentos de princesas y moros. Belleza eterna, que nunca aunque en un futuro de 5000 años sea una ruina, podra disiparse. Estabamos apollados en el fresco mármol de la plaza del ayuntamiento, nos mirábamos muy asustado, ella me preguntaba que te pasa? Yo como quien se va a tirar en paracaídas y esta dentro del avion y ya no se puede bajar, me mantenia inmovil esperando una señal (SALTA YA!!). Año 92 la gitana ciudad estrenaba un nuevo rostro mas luminoso y vital sin renunciar a su humbria y blanca alma. Sevilla que crece a golpe de cataclismo sufrio ese año una exposición universal que enmarco mi juventud y nunca podre olvidar (Fui solo el primer dia y el ultimo). La ciudad se llenaba por fin, después de 200 años de rio Guadalquivir y de cielo, atmosfera con tonos bien definidos que alumbraban un futuro prometedor que todavía estamos esperando. Recuerdo como la tarde perezosa no se completaba nunca. Las horas del atardecer se perpetuaban, el sol lento y pegajoso nos giñaba tras los tejados de intramuros y 10.000 golondrinas jugando entre murciélagos se daban un gran festin de mosquitos y brisa de marisma, el azahar condimentaba el sonido animal aereo, nuestras miradas de niños y el momento. Despues de la hora hora de reloj (reloj mental, quizas fueran 15 minutos pero a mi se me hizo una eternidad), salio de mi boca la palabra: te quiero...

Resvala, BCN 2004.

Prometo que jamas e usado en valde esta palabra. Incluso alguna vez la he callado por miedo a decirla.

¿Cuál ha sido la situación más vergonzosa que has pasado?

Recuerdo algunas, pero la mas rara no lo es por su intensidad si no por quien me la provocó. Fue un chucho de esos de piso de barrio de Triana, de algun jubilado de los astilleros, con mucha raza pero poco pedigrí (me refiero al perro no al dueño).

Guauu!!. Marchena, 1994.

Iba a ver a Margot que vivia en el piso 10 de una Setentera y extrema torre de viviendas asomada al Aljarafe Sevillano y asomada al horror arquitectonico de las vpo franquistas. Tal como me abrian la puerta, un perrito se me hizo notar bajo los pies... esperé a que pasara. Me dirigi al ascensor y el perro me siguio ni muy entusiasmado ni muy enojado. Se introdugo en el ascensor y entonces empezamos a pensar... cada uno a lo nuestro, yo pensaba.. ¿Que hago? ... Él pensaba en cosas que no se contar. Decidi pararme en la 6 planta, osea ni para mi ni, para el. Termino medio. Al abrir la puerta el perro salio del acensor seguro de si mismo y empezo a bajar las escaleras. Detrás de él curioso y consciente de la ayuda que necesitaba el can para completar su pequeña odisea baje yo tambien. Llegamos a la 5 planta y el animal fue directo hacia una de las puerta. Solemne se quedo mirando como gran cazador indicando su presa. Le hice un gesto de tranquilidad como diciéndole: -! Pequeño se acabaron tus problemas!! Ante la seguridad de todo lo que sucedia llame al timbre y durante unos segundos estubimos los dos expectantes e inmoviles. Se escucharon unos pasos.. clock clock... En ese momento de solucion inminente el perro como avisado por un intercom y recibiendo ordenes de un superior cojio y salio corriendo escaleras abajo. Se esfumo sin prisa pero veloz, dejandome en la estacada solo ante una puerta que en ese instante se abrio. Una Señora me pregunto que es lo que queria yo. Intente explicar lo sucedido: -Perdone señora, esque un perro subio conmigo en el ascensor y ... Ella no escuchaba. con cara de pez i diciendo algo que no recuerdo cerro la puerta. Yo me marche al piso 10 contrariado, un poco sonriente y estupidamente avergonzado.